La aplicación de tecnologías avanzadas a la medicina ha supuesto el incremento de algunos factores de riesgo en el personal sanitario. Uno de ellos podría ser el humo quirúrgico, que es una colección de partículas suspendidas en el aire procedente de la destrucción térmica de huesos o tejidos producido por instrumentos electroquirúrgicos, ultrasonidos o láser.
En este artículo de Endoméxico pretendemos ofrecer una visión de las consecuencias que el humo quirúrgico tiene para la salud y las medidas preventivas que se pueden adoptar.
¿QUÉ INFORMACIÓN ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Aerosolización y Humo Quirúrgico: riesgos
- Consecuencias del humo quirúrgico para la salud
- Partículas de diferentes tamaños
- Virus viables
- Medidas preventivas
- Equipos de protección individual
- Aspiradores y sistemas de filtración de humo quirúrgico
- Preguntas frecuentes acerca del problema de la evacuación de humos y CO2
Aerosolización y Humo Quirúrgico: riesgos
El desarrollo de la cirugía endoscópica ha venido a añadir nuevas preocupaciones. Así, en las intervenciones por laparoscopia el humo quirúrgico no puede ser absorbidos por el peritoneo del paciente, hecho que disminuye la visibilidad durante la intervención quirúrgica y hace necesaria su extracción.
Las partículas aerosolizadas dificultan la visión por colocarse sobre las lentes del laparoscopio o por permanecer en suspensión entre el laparoscopio y el objetivo quirúrgico. Por ello, para restablecer la visibilidad en el campo quirúrgico, se requiere la limpieza de las capas de partículas sobre las lentes del laparoscopio, así como la expulsión al exterior o la aspiración del gas y las partículas aerosolizadas. Parece ser que los instrumentos monopolares son los que ocasionan el mayor deterioro de la visibilidad, mientras que los bipolares y los ultrasónicos son los que menos la afectan.
En cualquier caso, la persona encargada de la extracción del aerosol es la que más sufre sus consecuencias. En cuanto a esto último, no debemos olvidar que en los momentos en que se abre la válvula del trocar para evacuar el humo o para introducir a través de él cualquier instrumental quirúrgico, los miembros del equipo pueden recibir directamente una bocanada de CO2 y partículas en suspensión en la cara. Además, la exposición de los cirujanos es más intensa y concentrada que la del resto del personal de quirófano porque ellos son los más cercanos a la destrucción de tejido, fuente de humo.
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Consecuencias del humo quirúrgico para la salud
Todavía no se conoce con exactitud la composición física y química del humo quirúrgico; sin embargo, las sustancias y los microorganismos identificados hasta la fecha deberían ser razón suficiente para considerarlo potencialmente peligroso. Los aparatos de láser, ultrasonidos e instrumental quirúrgico eléctrico pueden nebulizar al aire de quirófano virus y células viables, partículas de pequeño tamaño, mutágenos, carcinógenos y otras sustancias tóxicas. El análisis químico ha mostrado que su contenido es un 95% de vapor de agua y un 5% lo componen productos químicos y restos celulares.
Particularmente durante los procedimientos por laparoscopia, el mayor riesgo de enfermedades crónicas y daños para la salud lo tiene el personal de quirófano, que repetidamente lo inhala. Se ha publicado que la exposición breve de los pacientes al humo quirúrgico generado por el láser durante una cirugía mínimamente invasiva produce cambios en la conformación bioquímica de su hemoglobina y que, por lo tanto, nos debería preocupar también la exposición crónica del personal de quirófano a éste.
Partículas de diferentes tamaños en el humo quirúrgico
El humo quirúrgico está compuesto de dos tipos de poblaciones de partículas: pequeñas y grandes. Las partículas más pequeñas son esféricas, contienen sodio, potasio, magnesio, calcio y hierro y son producidas por la evaporación uniforme de líquidos que dan lugar a un flujo de gas (nucleación). Las partículas grandes son irregulares, contienen carbono y oxígeno y resultan de la explosión y la fragmentación del tejido, es decir, del arrastre de tejido secundario a aspectos mecánicos.
Se ha demostrado que hay partículas de 0,07 a 25μm en la estela del láser de CO2 y en el humo de electrocauterio. Aquellas que tienen entre 0,5 y 5μm se consideran «polvo lesivo para el pulmón» porque pueden penetrar en sus regiones más profundas.
En experimentos realizados con animales de laboratorio (ratas), se observó que la inhalación del humo quirúrgico producía un espectro de daño que iba desde la neumonía intersticial inflamatoria hasta el enfisema extenso y que los cambios se incrementan proporcionalmente con el tiempo de exposición. Sin embargo, el grado de exposición era mayor de lo que sería en la experiencia práctica. Se ha señalado que los cambios histológicos encontrados en los animales de experimentación (hipertrofia de vasos sanguíneos, congestión alveolar y cambios enfisematosos) eran menores cuando se filtraba el humo quirúrgico, lo que abrió el camino a nuevas formas de protección.
Virus viables
Hay estudios que han detectado ácidos nucleicos del virus del papiloma humano (VPH) solo o con partículas virales e incluso virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) viables en el humo quirúrgico, aunque este último no puede ser cultivado más allá de dos semanas en condiciones de laboratorio, posiblemente por el daño térmico.
No hay evidencias de que la infección por el VIH pueda ser transmitida a los humanos por esta vía, aunque se ha observado una elevada incidencia de verrugas nasofaríngeas en cirujanos que trabajaban con el láser de CO2.
La COVID‑19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID‑19 es una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo y que pone en riesgo a todo el personal médico.
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Medidas preventivas
Equipos de protección individual
Las mascarillas higiénicas o de uso clínico protegen al paciente de microorganismos exhalados y partículas procedentes de la boca o la nariz de su usuario y lo protegen reduciendo el riesgo de contagio frente a salpicaduras de sangre y otros líquidos del paciente potencialmente infecciosos. Tienen una eficacia filtrante ⩾90% frente a partículas de 0,5μm.
Los llamados respiradores, a diferencia de las anteriores, tienen como finalidad proteger al usuario (profesional) de la inhalación de contaminantes ambientales, es decir, que trabajan de fuera hacia dentro. Tienen una eficacia filtrante ⩾95% para partículas menores de 1μm y permiten un ajuste facial ⩾90%.
Aspiradores y sistemas de filtración de humo quirúrgico
Se recomienda el uso de evacuadores de humo durante los procedimientos quirúrgicos en que se produzcan humo quirúrgico para minimizar la exposición a éste.
Los evacuadores de humo y Co2 han sido extensamente aceptados y usados.
En cuanto a las intervenciones por laparoscopia, hay que tener presente que se emplea una cantidad variable de CO2 (de 15 a 150l según duración, complejidad e incidencias) que se va introduciendo en la cavidad abdominal del paciente, se mezcla con el humo quirúrgico producido por instrumentos electroquirúrgicos, ultrasonidos o láser y que se libera al aire ambiente respirado por el personal de quirófano.
Aunque diluidos, los componentes presentes en esta mezcla deberían ser suficiente razón para incluir en la práctica laparoscópica el empleo de sistemas de filtración conectados a uno de los trocares, para evitar de esta manera la inhalación por parte del equipo quirúrgico de virus y células viables, partículas de pequeño tamaño, mutágenos, carcinógenos y otras sustancias tóxicas. O bien la aspiración sistemática con unidades provistas de filtro, nunca la liberación brusca del gas intraabdominal. En el mercado hay tales sistemas, como el Evacuador de Humo y CO2 de Endoméxico.
Preguntas frecuentes acerca del problema de la evacuación de humos y CO2
¿La ventilación normal de un quirófano es suficiente para la evacuación de humos?
No, la circulación de aire de la sala -hasta 24 x volumen/hora- no es suficiente para evacuar adecuadamente los aerosoles y gases generados, además el usuario está expuesto al peligroso humo del láser.
¿El sistema de aspiración normal de una sala (Vacío central) no es suficiente?
No, el grado de aspiración de la sala es muy bajo, 30/40l./min. Las investigaciones demuestran de que se precisan entre 400-600 l/min. en el campo operatorio.
¿Hay otras razones por las que debe utilizarse un sistema de evacuación de humos además del riesgo de infección?
El uso de un sistema de evacuación de humos local cuando se realizan endoscopias, cirugía mínima invasiva, y con cavidades parcialmente abiertas o cerradas, le proporciona una excelente visibilidad.